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Cuando la ansiedad afecta nuestra vida sexual: Consejos que funcionan

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Cuando la ansiedad afecta nuestra vida sexual: Consejos que funcionan

La ansiedad es una de las emociones más comunes en el ser humano. Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos experimentado ansiedad ante diferentes situaciones. Si bien es una emoción necesaria y natural, en algunas ocasiones puede afectar nuestra vida de manera negativa, sobre todo en nuestro ámbito sexual. En este artículo veremos cómo la ansiedad afecta nuestra vida sexual y qué consejos funcionan para solucionarlo.

¿Cómo afecta la ansiedad a nuestra vida sexual?

La ansiedad afecta nuestra vida sexual en diferentes formas. Primero, la ansiedad puede provocar una disminución del deseo sexual. Cuando estamos ansiosos, nuestro cuerpo se enfoca en sobrevivir, no en el sexo. Además, la ansiedad puede provocar un deterioro en la calidad de las erecciones en los hombres y una disminución de la lubricación vaginal en las mujeres.

Otra forma en que la ansiedad afecta nuestra vida sexual es provocando una dificultad en el orgasmo. Cuando estamos ansiosos, nuestro cuerpo está en alerta y tensión, lo que hace difícil llegar al clímax. Adicionalmente, la ansiedad puede ser la causa de una falta de confianza durante el sexo, lo que a su vez puede llevar a problemas de autoestima y a sentirse inseguro/a.

Consejos que funcionan

La buena noticia es que existen ciertos consejos que pueden ayudar a superar la ansiedad en nuestra vida sexual. Veamos algunos de estos consejos:

1. Practicar la relajación. La relajación es un recurso valioso para disminuir los niveles de ansiedad. Realizar actividades como yoga, meditación o simplemente técnicas de respiración profunda, pueden ayudarnos a reducir esta emoción.

2. Disminuir la presión. La práctica sexual debe ser una actividad placentera, no una obligación. Trata de no presionarte a ti mismo/a ni a tu pareja para que todo sea perfecto. En lugar de eso, enfócate en disfrutar el momento y relajarte.

3. Establecer una comunicación adecuada. Hablar con nuestra pareja sobre nuestros temores o inquietudes respecto a la actividad sexual puede ser un camino para afrontar la situación. Sentir que somos comprendidos y apoyados en un momento de vulnerabilidad, puede ser un alivio y hacer que nos relajemos.

4. Buscar ayuda profesional. Si la ansiedad persiste y no conseguimos superarla por nuestra cuenta, buscar ayuda profesional puede ser una opción a considerar. Realizar terapia puede ayudarnos a comprender mejor nuestra ansiedad, identificar sus causas y encontrar maneras de superarla.

5. Aprender a confiar en uno mismo. La falta de autoestima y la inseguridad pueden ser factores que influyen en nuestra ansiedad sexual. Trata de trabajar en aumentar tu autoconfianza, realizando actividades que te hagan sentir bien contigo mismo/a. La confianza en uno mismo no sólo es atractiva, sino que también nos permite disfrutar más del sexo.

6. Realizar juegos sexuales. Jugar y experimentar con la sexualidad puede ser una buena forma de superar la ansiedad. La práctica de juegos sexuales, como los masajes eróticos, no sólo pueden liberar tensiones, sino que también pueden aumentar la intimidad y la conexión con nuestra pareja.

7. Tomar en cuenta la seguridad sexual. En ocasiones, la ansiedad en el sexo puede estar relacionada con preocupaciones por las enfermedades de transmisión sexual. Utilizar preservativo, practicar el sexo seguro y realizarse exámenes médicos regulares, pueden ser una forma de disminuir los niveles de ansiedad en este aspecto.

En fin, lo importante es saber que la ansiedad en nuestra vida sexual es algo común y que, con el tiempo y el recurso adecuado, podemos superarla. La idea es disfrutar del sexo sin sentirnos presionados ni ansiosos. Si la ansiedad persiste, es recomendable buscar ayuda profesional. ¡A disfrutar del sexo!