Cuando las parejas abiertas no funcionan: ¿qué hacer?
Las parejas abiertas son una tendencia cada vez más común en nuestra sociedad actual, en la que la libertad sexual y la exploración de nuevos límites son cada vez más valoradas. Sin embargo, ¿qué pasa cuando esta forma de relación no funciona? ¿Cómo afrontar una situación en la que las parejas abiertas no satisfacen nuestras necesidades emocionales y sexuales?
En este artículo, abordaremos los principales problemas que surgen en las parejas abiertas y propondremos algunas soluciones para aquellas personas que se encuentren en una situación de este tipo.
¿Qué son las parejas abiertas?
Antes de hablar de los problemas que pueden surgir en estas relaciones, es importante definir qué entendemos por parejas abiertas. Se trata de relaciones en las que las dos personas se permiten tener encuentros sexuales con otras personas fuera de su relación principal, siempre y cuando exista una comunicación abierta y transparente al respecto.
Estas relaciones no son para todo el mundo, pero para algunas personas son una forma de explorar su sexualidad y conectar con otras personas de forma sincera y emocionalmente gratificante. Sin embargo, como veremos a continuación, no todas las parejas abiertas funcionan como se espera.
Problemas en las parejas abiertas
1. Desigualdad en el número de encuentros sexuales.
Uno de los principales problemas que pueden surgir en las parejas abiertas es la desigualdad en el número de encuentros sexuales. A veces, una persona tiene más oportunidades de conocer a nuevas parejas sexuales que la otra. Esto puede generar sentimientos de celos y resentimiento en la relación, lo que a su vez puede dañar la confianza y la comunicación.
Solución: Es importante establecer límites y acuerdos claros desde el principio. Debe haber un equilibrio en cuanto al número de encuentros sexuales permitidos, y ambos miembros de la pareja deben sentirse cómodos y seguros en esta situación.
2. Compromiso emocional.
Otro problema es el compromiso emocional que surge en las parejas abiertas. Es posible que uno de los miembros de la pareja desarrolle sentimientos emocionales fuertes por alguien que no es su pareja principal. Esto puede ser difícil de manejar, especialmente si la otra persona no se siente de la misma manera.
Solución: La comunicación es clave. Ambas partes deben hablar sobre sus sentimientos abiertamente y con sinceridad. Si uno de los miembros no se siente cómodo con la situación, deben poner límites claros y considerar la posibilidad de poner fin a la relación abierta.
3. Falta de privacidad.
En las parejas abiertas, no siempre es posible mantener la privacidad de los encuentros sexuales. Puede haber cierto nivel de intrusión en la vida privada de la pareja, lo que puede afectar negativamente a la relación.
Solución: Es importante respetar la privacidad de los demás. Ambas partes deben acordar cómo manejar la privacidad de los encuentros sexuales y establecer límites firmes.
4. Falta de apoyo emocional.
En algunas parejas abiertas, puede haber falta de apoyo emocional. Las personas pueden sentirse solas o aisladas, especialmente si su pareja principal no está disponible durante un encuentro sexual con otra persona.
Solución: Es crucial mantener la comunicación abierta y transparente. Las parejas abiertas deben asegurarse de que las necesidades emocionales de cada persona estén siendo atendidas y deben trabajar juntas para encontrar soluciones a los problemas que puedan surgir en su relación.
¿Qué hacer si las parejas abiertas no funcionan?
Si después de probar las parejas abiertas una persona se da cuenta de que no es una opción adecuada para ella, hay varias posibles soluciones.
1. Conversar con la pareja.
Si una persona siente que las parejas abiertas no están funcionando para ella, lo primero que debe hacer es hablarlo con su pareja. Es importante tener en cuenta que es posible que la otra persona sienta lo mismo, y juntos pueden explorar nuevas opciones.
2. Buscar terapia de pareja.
La terapia de pareja puede ayudar a las personas a encontrar soluciones que les funcionen a ambas. Un terapeuta puede ayudar a entender los sentimientos causados por la relación abierta y ofrecer herramientas para manejar los problemas que puedan surgir.
3. Terminar la relación.
Si después de intentar hablar y buscar soluciones una persona se da cuenta de que la relación abierta no es para ella, entonces es mejor terminar la relación. Es importante recordar que cada persona tiene una visión diferente sobre lo que quiere en una relación y que no siempre es posible encontrar un equilibrio.
En conclusión, las parejas abiertas son una opción cada vez más común para algunas personas que desean explorar su sexualidad y conectar con otros de forma emocionalmente gratificante. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas relaciones no son para todo el mundo y que pueden surgir problemas que necesitan ser trabajados.
Si una persona se encuentra en una relación abierta que no funciona para ella, es importante buscar soluciones alternativas. Hablar con la pareja, buscar terapia de pareja o terminar la relación son opciones que pueden ayudar a encontrar la felicidad y la satisfacción emocional y sexual. Lo más importante es ser honesto con uno mismo y con la otra persona y trabajar juntos para encontrar una solución satisfactoria.