Introducción

La sexualidad es un tema que ha sido tratado a lo largo de la historia desde diferentes perspectivas y con distintos fines. En la cultura occidental, la religión ha tenido un papel fundamental en la forma en la que se ha abordado este tema. En particular, la Biblia es uno de los textos sagrados que más ha influido en la percepción que se tiene sobre la sexualidad en nuestra sociedad. En este artículo, nos adentraremos en los distintos aspectos relacionados con la sexualidad que encontramos en la Biblia.

La creación y el sexo

La Biblia cuenta cómo Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza y les dio el mandato de procrear y poblar la tierra (Génesis 1:27-28). De esta manera, la sexualidad está presente en el propio acto de la creación y es algo natural y bueno. Además, en Génesis 2:24 se establece que el hombre y la mujer se unirán en matrimonio y serán una sola carne. Este concepto de la unión matrimonial como unión sexual es fundamental en la concepción de la sexualidad que se tiene en la Biblia. Asimismo, el matrimonio es el único contexto en el que la sexualidad es considerada lícita y aprobada por Dios.

La ley mosaica

La ley mosaica, que se encuentra en el Antiguo Testamento, establece una serie de normas en relación a la sexualidad. En particular, se prohibe la homosexualidad, la bestialidad, el adulterio y cualquier tipo de conducta sexual fuera del matrimonio (Levítico 18:22, 20:13; Deuteronomio 22:22). Es importante tener en cuenta que estas normas son específicas para la sociedad de la época y su contexto cultural y no necesariamente son aplicables en la actualidad. Sin embargo, la interpretación de estos pasajes ha generado controversias y ha sido utilizada para justificar actitudes homófobas y discriminatorias.

La sexualidad en el Nuevo Testamento

La llegada de Jesús y el Nuevo Testamento introdujeron una nueva perspectiva en relación a la sexualidad. En particular, Jesús insiste en la importancia del amor y el respeto hacia el prójimo y establece que el adulterio no solo es una conducta sexual ilícita, sino que cualquier pensamiento lujurioso ya es considerado como tal (Mateo 5:27-28). San Pablo, por su parte, establece una serie de normas en relación al matrimonio y la sexualidad. En 1 Corintios 7:1-9, por ejemplo, indica que es mejor no tener relaciones sexuales si no se está casado y que, una vez casados, los esposos deben tener relaciones de mutuo acuerdo y respetando el cuerpo del otro.

La sexualidad y el pecado

En la Biblia, la sexualidad también está vinculada al pecado y la tentación. En particular, la historia de Adán y Eva en el Génesis se considera como el origen del pecado y se interpreta que la tentación comenzó a partir de la sólo percepción del cuerpo desnudo y sexual del otro. Asimismo, el libro de Proverbios abunda en pasajes donde se muestra la tentación que pueden representar los cuerpos y deseos sexuales.

Conclusiones

La sexualidad en la Biblia es un tema complejo que ha sido interpretado de diferentes maneras a lo largo de la historia. Es importante tener en cuenta que, si bien la Biblia establece unas normas en relación a la sexualidad, es necesario considerar su contexto cultural y temporal. Además, el énfasis en el amor, el respeto y la mutua satisfacción en las relaciones sexuales es una perspectiva que deberíamos tener en cuenta en la actualidad. En definitiva, la Biblia puede ser una fuente de enseñanzas y reflexiones en materia de sexualidad, pero siempre debemos ser críticos y tener en cuenta la complejidad del tema.

• Referencias:
• Biblia (Reina-Valera 1960)