Introducción

Cuando se habla de sexualidad, muchos olvidan que las personas con discapacidad también tienen derecho a disfrutar de su vida sexual. La discapacidad puede afectar de diversas formas a la vida sexual de una pareja, sin embargo, no se habla lo suficiente del tema. En este artículo vamos a abordar cómo la discapacidad puede afectar la vida sexual de las parejas y qué soluciones existen para poder disfrutar de una vida sexual plena.

La discapacidad como tabú en la sexualidad

La sociedad ha creado una cultura de silencio en torno a la sexualidad de las personas con discapacidad. Esto ha llevado a que muchas personas se sientan avergonzadas de hablar sobre el tema o incluso de experimentar su sexualidad. Además, la falta de información y educación sexual específica para personas con discapacidad aumenta la sensación de aislamiento y frustración. Por ello, es necesario romper con este tabú para poder disfrutar plenamente de nuestra sexualidad. La discapacidad puede afectar a la vida sexual de las parejas de distintas formas. En primer lugar, puede limitar el movimiento y la sensibilidad, dificultando la práctica de ciertas posturas o actividades sexuales. Asimismo, puede generar inseguridad en la pareja, especialmente si la discapacidad es visible, afectando la autoestima y los roles sexuales en la relación. Otro factor a tener en cuenta es que muchas veces la discapacidad va acompañada de dolores crónicos, fatiga o falta de energía, lo que puede disminuir el deseo sexual y la capacidad de disfrutar del sexo.

La importancia de la comunicación

Clave para poder superar todas estas barreras es la comunicación abierta y sincera entre los miembros de la pareja. Hablar sobre las necesidades y preocupaciones puede ayudar a entender mejor las limitaciones de cada uno y buscar soluciones que permitan disfrutar del sexo. Es importante además, romper con los prejuicios y estereotipos que existen en torno a la discapacidad y la sexualidad. Aceptar que las personas con discapacidad tienen necesidades sexuales como cualquier otra persona y tener una mentalidad abierta para experimentar nuevas formas de disfrutar del sexo.

Adaptación y creatividad

Ante las limitaciones físicas o las dificultades para practicar ciertas posturas, se pueden buscar alternativas que se adapten a las necesidades de la pareja. Por ejemplo, utilizar cojines o almohadas para mejorar la comodidad de la pareja o explorar nuevas técnicas o juegos sexuales. Además, es importante la creatividad a la hora de explorar la sexualidad. Es posible que algunos juegos o prácticas sexuales que se realizaban antes de la discapacidad ya no sean posibles, pero esto no significa que no se puedan descubrir nuevas formas de disfrutar del sexo.

La importancia de la ayuda profesional

En algunos casos la ayuda de un profesional puede ser necesaria para solucionar los problemas que surjan. Un sexólogo puede ayudar a la pareja a superar los impedimentos derivados de la discapacidad y a descubrir nuevas formas de experimentar su sexualidad. Además, los fisioterapeutas o terapeutas ocupacionales pueden ofrecer soluciones prácticas para adaptar la habitación o el equipamiento a las necesidades de la pareja, mejorando la comodidad y el disfrute del sexo.

Conclusiones

Es fundamental romper con el tabú en torno a la discapacidad y la sexualidad, poniendo a disposición de las personas con discapacidad la educación y la información necesarias para disfrutar plenamente de su sexualidad. La alianza entre la creatividad, la comunicación abierta, la adaptación y la ayuda profesional son claves para superar las barreras que se presentan en la vida sexual de las parejas con discapacidad. Todas las personas tienen derecho a disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria.