El término 'trastornos de la identidad sexual' se refiere a la dificultad que algunas personas pueden sentir al definir y experimentar su género y orientación sexual. Aunque se han hecho progresos en la comprensión de este tema, todavía existen muchos mitos y conceptos erróneos en torno a los trastornos de la identidad sexual. A continuación, analizamos y desmentimos algunos de los mitos más comunes:
Contrario a la creencia popular, los trastornos de la identidad sexual no se limitan a personas que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales, transgénero o queer (LGBT+). También pueden afectar a personas heterosexuales. De hecho, cualquier persona puede experimentar dudas o ansiedades en torno a su identidad sexual o género, y esto es completamente normal.
Algunas personas piensan que los trastornos de la identidad sexual son una elección, pero esto es incorrecto. La identidad sexual y el género son aspectos fundamentales de la identidad de una persona, y se sienten profundamente arraigados. No son algo que una persona puede simplemente elegir o cambiar, y tratar de hacerlo puede ser un esfuerzo inútil y dañino.
Los trastornos de la identidad sexual no son una enfermedad mental. Aunque antes se consideraban un trastorno psiquiátrico, se han eliminado de la lista de desórdenes mentales y se ven cada vez más como una variación normal de la identidad humana.
Aunque algunas personas pueden experimentar dudas o preocupaciones sobre su identidad sexual en diferentes momentos de su vida, esto no significa necesariamente que sea una fase. Ser transgénero, no binario, queer o cualquier otra identidad no es algo que se va con el tiempo. Por eso es importante que cualquier persona que tenga inquietudes sobre su identidad sexual o género tenga el apoyo y la orientación adecuados para ayudarles a resolver cualquier preocupación o conflicto que puedan enfrentar en su vida.
La terapia reparativa, también conocida como terapia de conversión de la homosexualidad o del género, es un enfoque pseudocientífico que pretende cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona. Esta técnica es perjudicial y ha sido ampliamente desacreditada por numerosas organizaciones de salud. Los trastornos de la identidad sexual no son una enfermedad y no necesitan ser curados.
Los trastornos de la identidad sexual pueden afectar a personas de cualquier edad, incluyendo a niños y adolescentes. Los jóvenes pueden experimentar sentimientos de ansiedad y confusión en torno a su identidad sexual y de género, pero es importante que se les brinde apoyo y orientación adecuados para ayudarlos a comprender y aceptar su identidad única.
Desafortunadamente, todavía existe una gran cantidad de estigma y discriminación en torno a los trastornos de la identidad sexual. Algunas personas pueden sentir que su identidad sexual es algo vergonzoso o inapropiado, pero esto es falso. La identidad de género y la orientación sexual son aspectos normales y naturales de la diversidad humana, y es importante que todas las personas sean respetadas y valoradas independientemente de su identidad sexual.
La cirugía de reasignación de género es una opción válida y efectiva para algunas personas con trastornos de la identidad sexual, pero no es una elección adecuada para todas las personas. Para muchas personas, la transición social y hormonal es suficiente para aliviar la disforia de género y abrazar plenamente su identidad. Es importante que cada persona tenga la libertad y el acceso a las opciones que mejor se adapten a sus necesidades y preferencias individuales.
Esta afirmación es completamente falsa. Aunque las personas con trastornos de la identidad sexual pueden enfrentar discriminación y prejuicios, esto no significa que sean menos capaces o menos propensas al éxito. De hecho, muchas personas con trastornos de la identidad sexual son líderes en sus campos y tienen contribuciones significativas en la sociedad.
Los trastornos de la identidad sexual no son un estilo de vida. La identidad sexual y el género son aspectos fundamentales de la identidad humana, y no pueden ser reducidos a meras preferencias personales. Las personas con trastornos de la identidad sexual no eligen sentirse de esta manera, y su identidad merece ser respetada y valorada tan fundamentalmente como cualquier otro aspecto de su personalidad.
Cuando se trata de comprender los trastornos de la identidad sexual, es importante dejar de lado los mitos y prejuicios y educarse sobre la ciencia real detrás de estos temas. Si bien el camino hacia la autoaceptación y la autoidentidad puede ser difícil, saber que no estás solo en tus luchas puede facilitar las cosas. Además, encontrar apoyo en las redes de amigos y colegas, o conectarse encuestas en línea de personas en situaciones similares puede ayudar a crear una comunidad y a normalizar esta realidad.