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Qué hacer para mantener una buena vida sexual después de la menopausia

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Las mujeres experimentan una variedad de cambios físicos y emocionales a medida que envejecen, incluyendo la menopausia. La menopausia, que generalmente ocurre entre los 45 y los 55 años, es un momento en el que el cuerpo de la mujer experimenta cambios hormonales significativos. Una de las consecuencias puede ser la disminución del deseo sexual y otros cambios en la función sexual. Esto puede ser frustrante para las mujeres y sus parejas, pero hay formas de mantener una buena vida sexual después de la menopausia.

Comprender los cambios sexuales después de la menopausia

Antes de hablar sobre las formas de mantener una buena vida sexual después de la menopausia, es importante comprender los cambios a nivel físico y emocional que las mujeres experimentan durante este tiempo. La menopausia se produce cuando los ovarios de una mujer dejan de producir óvulos, lo que provoca una disminución en la producción de estrógeno y progesterona. Estas hormonas son importantes para la salud reproductiva y también tienen un impacto significativo en la función sexual. La disminución en la producción de hormonas puede provocar síntomas como sequedad vaginal, disminución del deseo sexual, disminución de la sensibilidad en los genitales y disminución de la capacidad de experimentar un orgasmo. Estos cambios pueden ser estresantes e incluso pueden llevar a una disminución en la calidad de vida.

Qué hacer para mantener una buena vida sexual después de la menopausia

A pesar de los cambios que se producen durante la menopausia, las mujeres pueden mantener una vida sexual saludable y activa. Aquí hay algunas cosas que pueden ayudar:
  • Hable con su pareja: Hablar con su pareja acerca de los cambios que está experimentando y sus necesidades y deseos sexuales es importante para mantener una comunicación abierta y fomentar la intimidad. Las parejas pueden trabajar juntas para encontrar formas de mantener una relación sexual satisfactoria.
  • Intente diferentes tipos de estimulación: Es posible que la estimulación sexual que solía funcionar antes de la menopausia ya no sea efectiva. Las mujeres pueden experimentar con diferentes tipos de estimulación, como la estimulación de los senos o la estimulación del clítoris, para encontrar lo que funciona mejor para ellas.
  • Use lubricante: La sequedad vaginal puede ser un problema común durante la menopausia, lo que puede hacer que el sexo sea incómodo o incluso doloroso. El uso de lubricantes puede ayudar a reducir la fricción y hacer que el sexo sea más cómodo.
  • Considere la terapia hormonal: Algunas mujeres pueden beneficiarse de la terapia hormonal para tratar los síntomas de la menopausia. Esto puede incluir la disminución del deseo sexual y la sequedad vaginal. Sin embargo, la terapia hormonal puede tener efectos secundarios y no es adecuada para todas las mujeres. Hable con su médico para determinar si la terapia hormonal es adecuada para usted.
  • Considere la terapia sexual: Para algunas mujeres, la terapia sexual puede ser útil para tratar los problemas sexuales relacionados con la menopausia. La terapia sexual puede ayudar a las mujeres a comprender mejor su propio cuerpo y sus necesidades sexuales, lo que puede mejorar su vida sexual y su relación con su pareja.
  • Practicar técnicas de relajación: La ansiedad y el estrés pueden tener un impacto significativo en la función sexual. Las técnicas de relajación, como la meditación y la respiración profunda, pueden ayudar a disminuir la ansiedad y el estrés, y mejorar la función sexual.

Conclusión

La menopausia puede provocar una disminución en la función sexual y el deseo sexual, pero las mujeres pueden continuar disfrutando de una vida sexual saludable y activa mediante la adopción de ciertos hábitos y la comunicación con su pareja. El uso de lubricantes, la experimentación con diferentes tipos de estimulación y la consideración de la terapia hormonal y sexual son todas formas en que las mujeres pueden mantener una buena vida sexual después de la menopausia. Además, practicar técnicas de relajación y hablar abiertamente con su pareja también pueden ayudar a mejorar la calidad de la vida sexual y la relación.