La sexualidad es un tema que ha sido tabú durante décadas, y aún más cuando se habla de personas con discapacidad visual. Estamos acostumbrados a pensar en la discapacidad visual como una limitación física, pero en realidad es mucho más que eso, afectando no sólo la parte física, sino también la emocional y mental.
Es cierto que la sexualidad en personas con discapacidad visual es un tema poco explorado, ya que muchas veces se tiende a pensar que ellos no sienten o no necesitan de esta parte de la vida. Pero esto no es verdad, como cualquier otra persona, tienen deseos y necesidades sexuales.
Este tipo de discapacidad no implica que se pierdan las ganas de tener una vida sexual plena y satisfactoria. Aunque, al mismo tiempo, es comprensible que pueda surgir cierto miedo o inseguridad a la hora de explorar el cuerpo del otro o incluso el propio.
Es importante destacar que el entorno en el que se desenvuelve la persona con discapacidad visual va a influir en gran parte en su vida sexual. Si está rodeado de personas que le limitan y que no le permiten explorar su sexualidad, es muy probable que esta parte de su vida quede en un segundo plano.
Uno de los mitos más extendidos es que las personas con discapacidad visual no pueden sentir placer sexual, lo cual es totalmente falso. De hecho, su principal sentido en el momento del sexo no es la vista, sino el tacto, el oído y el olfato.
Es importante que se tenga en cuenta que el sexo no sólo es penetración vaginal u oral, sino que hay muchas maneras de disfrutar de la sexualidad. En este aspecto, el tacto y el olfato cobran un papel fundamental en la exploración del cuerpo y en los juegos sexuales.
Por otro lado, es cierto que la comunicación es un elemento clave en cualquier tipo de relación sexual, y esto es aún más importante cuando se trata de personas con discapacidad visual. La palabra se convierte en el principal medio de comunicación, y es esencial conocer y expresar las necesidades, preferencias y límites.
Algunas recomendaciones para mejorar la vida sexual de una persona con discapacidad visual pueden ser:
1. Explorar el cuerpo del otro a través del tacto, describiendo sus características físicas y las sensaciones que provoca.
2. Utilizar elementos de ayuda como lubricantes, que ayudan a crear sensaciones agradables al tacto, así como juguetes sexuales que puedan ser manejados fácilmente.
3. No descuidar las caricias, besos y todos aquellos juegos previos que ayudan a crear el ambiente propicio para la relación sexual.
4. Utilizar la palabra como medio de comunicación y describir con detalle todas las sensaciones que se están experimentando, preguntando al otro sobre sus experiencias.
En definitiva, la vida sexual de las personas con discapacidad visual es otra faceta más de su vida que merece ser explorada y disfrutada. Es importante dejar atrás los prejuicios y abrir la mente a nuevas posibilidades para tener una vida sexual plena y satisfactoria.